Mi historia

Como ya lo mencioné, mi nombre es Angelina Quiroz, mi formación profesional universitaria es traductora inglés-español, muy distinto de lo que escogí hacer como ocupación laboral y que me ha llevado a crear este espacio sagrado de sanación y conexión con tu alma, que sin duda se amalgama totalmente con mi espiritualidad y lo que siento como misión de vida.

Mi primer acercamiento formal con la medicina holística fue en el año 2008 en la ciudad de Arica, en donde conocí como paciente la bella iniciativa del Hospital Regional Doctor Juan Noé Crevani llamada “Unidad de Medicina Integrativa” pioneros en Chile en poner a disposición de los usuarios de la salud pública terapia floral, reiki, biomagnetismo y sintergética. Fue tal el impacto que tuvo en mi vida y en mi salud el haber tenido la oportunidad de complementar mi tratamiento de medicina tradicional con la medicina integrativa, que desde ese año mi vida y mi salud tomaron un rumbo que cambiaría mi vida. Esto no sin pasar por muchísimos altos y bajos!

Hace tres años, decidí formarme como terapeuta floral, y en el camino recordé mi profundo amor por coleccionar rocas y piedras desde mi más tierna infancia, las cuales daba de regalo a las personas que amaba. Ya en la adolescencia, comencé a aprender de las propiedades sanadoras de las gemas con un amigo orfebre y buscando información en libros y sitios de internet de manera autodidacta, entonces retomé esa pasión por las piedras y a través de los cursos de la escuela Magia y Cristales me convertí en  gemoterapeuta.

Mi reencuentro con el tarot, se dio gracias a la sugerencia de una querida amiga, y resulto ser un gran acierto. Mi primer encuentro con los arcanos fue hace 20 años, en medio de una gran crisis emocional y mental que me tuvo varios meses internada en un hospital psiquiátrico. Por ese tiempo, mi hermana se había comprado un libro y mazo del Tarot de Marsella con el cual no tuvo mayor afinidad, sin embargo, yo lo amé y fue durante un corto tiempo un gran compañero con el cual disfrutaba haciendo lecturas a mi círculo más cercano los cuales quedaban sorprendidos de lo acertadas que estas resultaban ser. El 2019 me inscribí en un curso intensivo de tarot “Rider Smith Waite” y retomé ese apasionado romance sin más expectativas que mi propio autoconocimiento y evolución espiritual, pero que pronto la vida lo llevó a convertirse en una nueva herramienta de trabajo para ayudar a sanar a otros. Como siempre le digo a mis consultantes “leer el tarot me hace inmensamente feliz”.

Mi Taller